Se había quedado sentada esperando el autobús bajo aquel cielo encapotado, descartando la opción habitual de ir caminando hasta casa. Sintió el viento de una mirada que la llamaba desde el otro lado de la calle y se aventuró a su encuentro. Se trataba de un chico, que estaba apoyado en la fachada de un escaparate. Le pareció atractivo y pensar esto la hizo sonrojarse. Ladeó la cara, intentando disimularlo, pero la caricia de aquellos ojos empezaba a rondar su escote, subiendo por el cuello, contorneándolo hasta llegar a la nuca, forzándola sutilmente a volverse hacia él. Pudo apreciar una sonrisa que la invitaba a responderle y ella accedió. Comenzando por su cintura, tímidamente, le acarició el ombligo abriéndole la chaqueta hasta llegar al pecho, donde giró para tantearle la espalda y acabar alborotándole el pelo. Con una sacudida él la golpeó en el pecho y bajó por el vientre arremolinándose en sus piernas. Ella se enjugó los labios, mientras se estremecía, quedando atrapada en su beso y en todo su cuerpo. Se levantó del asiento cuando el autobús se estaba acercando a su parada. Decidida, cruzaría la calle hacia donde él se encontraba, pero algo la frenó. Una chica saliendo de la tienda lo había cogido del brazo, sonriente y despreocupada, tirando de él hacia dentro. Éste la siguió sin volverse, cerrando los ojos, sin llegar a despedirse, en el último soplo de brisa. Todo se quedó en calma y rompió a llover. Pudo coger el autobús, acomodarse en el primer asiento libre y pensar en qué se haría de cenar aquella noche.
¡Me gustaaa!! :D
ResponderEliminarSi? Me alegra mucho que lo manifiestes!! ;)
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